Antes de comenzar con la siguiente batería de artículos de nuestro ciclo de Educación y Desarrollo Infantil, que irá dedicado a redirigir hábitos negativos, queremos traeros, de la mano de Cultura Inquieta, una serie de enseñanzas absolutamente necesarias para que vuestros hijos sean personas creativas, independientes y, sobretodo, felices. Aunque parezca mentira, nuestra sociedad, consciente o inconscientemente, intenta aniquilar la mayoría de ellas antes de que nazcan, así que preocúpate especialmente de que en tu casa florezcan con total naturalidad. ¡Allá vamos!
Enséñales a:
Ser diferentes
Lejos de formar en estándares sociales y corrientes mayoritarias, enséñales a tus hijos a buscar sus propios puntos de vista, sus ideas, sus opiniones y sus maneras de hacer las cosas. Y enséñales a ser fieles a sí mismos. Resultarán mucho más interesantes para los que los rodean.
Respetar a los demás
Cada vez somos más individuales y menos colectivos, cada vez más digitales y menos humanos. Enséñales a tus hijos a tratar a los que les rodean como les gustarían que les trataran. Enséñales a poner especial cuidado en no romper las ilusiones o la autoestima de los demás, en alabar los logros ajenos y alegrarse por su felicidad. Enséñales lo reconfortante que es ayudar a hacer la vida de los demás un poco mejor.
Apasionarse
La vida a través de las nuevas tecnologías hace que cada vez valoremos menos las situaciones que realmente nos llevan a apasionarnos con la vida. Enséñales a disfrutar la música, a cocinar, a cuidar del huerto, a observar las estrellas… a todo aquello que podemos disfrutar y convertir en una pasión que nos acompañará toda la vida, regalándonos esos pequeños momentos de felicidad tan memorables como necesarios. En lugar de pasar de puntillas, ¡enséñales a saltar en los charcos!
Luchar por lo que quieren
En lugar de marcar un camino para ellos, enséñales a tus hijos a formar de una manera totalmente autónoma sus propios sueños. Después, enséñales a luchar por alcanzarlos, enséñales a afrontar las derrotas, a seguir peleando y a no conformarse con aquello que no sea suficiente para su felicidad. Enséñales que, aunque el camino sea difícil, la recompensa merecerá la pena.
Asumir responsabilidades
Hoy en día entendemos que las responsabilidades van en el nivel, en el sueldo, en el rango… Intentamos cargarlas en los hombros de los demás, antes de asumirlas como nuestras. Enséñales a tus peques a no hacerlo. Enséñales a pedir perdón después de equivocarse, a dar las gracias y reconocerlo cuando los responsables del éxito han sido otros, y a asumir las consecuencias de sus actos, aun y sobretodo, cuando éstas no sean las esperadas. Que aprendan también a aceptar sus propias equivocaciones será muy sano.
No juzgar a los demás
Intenta evitar las comparaciones, las etiquetas y las críticas destructivas. Enseña a tus hijos a tolerar lo ajeno, que aprenda que todos somos iguales, tenemos los mismos derechos y no somos motivo de burla bajo ninguna circunstancia. Enséñales el valor de la humildad, la comprensión y la empatía como herramientas primordiales para su socialización.
Asumir riesgos
La sociedad nos enseña a buscar constantemente nuestra zona de confort, donde sentirnos cómodos y seguros. Enséñales a tus hijos a sentirse cómodos precisamente fuera de ella, afrontando nuevos retos, renunciando a unas cosas en favor de otras, asumiendo riesgos… modelando para sí mismos y, ¿por qué no?, para sus coetáneos un futuro sin límites.
Ser flexibles
En lugar de encontrar directrices (morales, políticas, religiosas…) que guíen su vida, enséñales a tus hijos a ser flexibles, a aceptar que sus doctrinas pueden cambiar y estar equivocadas, a negociar, a encontrar puntos de encuentro, a dudar de todo y siempre, a priorizar, a adaptarse… A ser mucho más inteligente.
Dar sin pretender nada a cambio
Creemos que somos altruistas, pero el mundo nos enseña que la mayoría de los actos desinteresados esconden un interés oculto. El famoso «nadie da nada a cambio de nada». Enséñales a tus hijos todo lo contrario. Muéstrales cómo la gente puede ser generosa sin necesidad de recibir respuesta alguna. Es importante que encuentren satisfacción personal siendo generosos, compartiendo aquello que poseen con los que no tienen esa suerte. Enséñales lo que valen y lo agradecerán toda la vida.
Asumir la injusticia
Si les mostramos sólo los finales felices, nuestros peques crecerán con una fé ciega en una suerte de «justicia poética» que no existe. Debes enseñarles a ser positivos y optimistas, pero también a entender que la vida a veces no es justa, que hay que afrontar los problemas asumiéndolos cuando vengan, evitando desperdiciar energía en infructíferas quejas e invirtiéndola en su lugar en buscar soluciones.
No olvides ninguno de estos valiosos consejos, pues te garantizamos que inculcándolos en tus pequeños les harán personas más valiosas, potentes y felices. ¡Volvemos la semana que viene!